Ignorar la temperatura No importa cuánta prisa tengas, cocinar la carne recién salida del refrigerador solo dará como resultado una carne seca y con una cocción desigual. Te recomendamos dejar la carne fuera del refrigerador entre 15 min (verano) y 30 minutos (invierno). Así, se redistribuirán los jugos y la pieza tendrá una temperatura uniforme […]
Ignorar la temperatura
No importa cuánta prisa tengas, cocinar la carne recién salida del refrigerador solo dará como resultado una carne seca y con una cocción desigual.
Te recomendamos dejar la carne fuera del refrigerador entre 15 min (verano) y 30 minutos (invierno). Así, se redistribuirán los jugos y la pieza tendrá una temperatura uniforme que te permitirá tener todo el control de la cocción.
Vuelta y vuelta
Aunque resulte muy tentador tratar continuamente de voltear y mover la carne en una sartén o en una parrilla antes de que esté lista para voltearla, no debes hacerlo. Es la forma más eficiente para dejar escapar los jugos y sobrecocinarla. Recuerda, todo a su tiempo, no lo fuerces.
Pinchar para ver si está lista
Pinchar la carne es garantía de pérdida de jugos. Mientras se cocina, los jugos de un trozo de carne están en un proceso de circulación, acelerada por el calor. Cuando este proceso se interrumpe, los jugos simplemente se escapan. De esta manera, todo el sabor que estaba destinado para tu boca, terminará en la parrilla o la sartén.
Cortarla de forma incorrecta
¡Y sí! Hay una forma correcta para picar la carne y hacerlo mal afectará por completo su suavidad. Es esencial que cortes la carne perpendicularmente al grano de las fibras, no solo porque resulta más fácil cortarla, sino porque de este modo se verán mejor las vetas y se sentirá más tierna en la boca.
Poner la carne cruda y la cocida en un mismo plato
Si no te lo dice el sentido común, te lo decimos nosotros: existe un riesgo potencial de contaminación y problemas de seguridad alimentaria cuando mezclamos carnes crudas y cocidas. Los “gérmenes” presentes en el plato después de retirar la carne cruda seguirán ahí hasta que el plato se haya limpiado completamente. Mejor usar un plato limpio para la carne lista. Cada carne tiene sus particularidades, y exige técnicas que saquen de ella los mejores atributos. Por eso lo mejor es informarnos previamente y seguir lo consejos de quienes más saben.